22/3/09

En cualquier calle, la penuria y el despotismo conviven en la capital

Mientras el pasado 27 de febrero se aprobaba la nueva Ordenanza de Limpieza y Gestión de Residuos de la Comunidad, que puede llegar a multar con 750 euros a las personas que hurguen en la basura, en las calles de Madrid continúan pernoctando a la intemperie, sin casa, sin alimento y sin trabajo más de 650 personas, según daba a conocer el estudio de indigencia llevado a cabo por Caixa Forum a finales de 2008. Aunque cabe calcular que esta cifra sobrepasará el millar teniendo en cuenta las limitaciones del procedimiento y el número de sin techo que duermen en albergues y demás lugares recónditos.


Recuerdo que a finales del año pasado hablé con esta vagabunda sudafricana, Mina, que se encontraba soportando el frío en un banco de la calle Barceló que colinda con los Jardines Arquitecto Rivera, donde el sol llegaba con escasa fuerza. Mina, de 54 años, me contó que llevaba en la calle 32 años, de los cuales ocho los había pasado en Madrid. En todo ese tiempo, como relataba, había pasado por innumerables calamidades y sus ojos enfermizos la delataban. La búsqueda de refugios para luchar contra el clima y los inhumanos y la recolección de alimento por cualquier lugar formaban parte de su quehacer diario.

Imagino que, pese a esta nueva ordenanza, indagar en papeleras y contenedores para continuar sobreviviendo será el retrato que continuará proyectándose por parte de aquellos que, como Mina, necesitan llevarse algo a la boca.
Sin ir más lejos, a las 18.00 de la tarde de ayer, en el tramo que discurre de Nuevos Ministerios a Santiago Bernabéu en la línea 10 de metro, aún con pleno anticiclón en el que nos encontramos inmersos, se recostó frente a mí este indigente.

Puede que estuviera durmiendo una gran borrachera o puede que estuviese buscando la seguridad que no le reportan las calles de Madrid. Fuera lo que fuese choca ver esta imagen de aquellos que no tienen nada y necesitan un lugar donde dormir en una gran ciudad que destina grandes cuantías de dinero para albergar los Juegos Olímpicos de 2016. ¿Qué nota pondría el Comité Olímpico Internacional si en mayo se encontrase con este cuadro real que coexiste en la gran urbe?

3 comentarios:

Renglón Torcido dijo...

La ecuación es sencilla: Cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos no aporta las mismas ganancias, publicidad ni prestigio que unos Juegos Olímpicos.

También estoy segura de que la ausencia de 'sin techos' en nuestras calles no aportaría las mismas portadas que la victoria de uno de nuestros corredores de fondo... hay carreras y victorias mejor valoradas que otras...por desgracia.

Me ha gustado mucho este último post. Ójala un tema así, algún día sea portada. Enhorabuena

PLUMA CASTIZA dijo...

Gracias mi niña!! Más ilusión me ha hecho a mí tu comentario. Qué grande eres!! Un besote

Anónimo dijo...

Los próximos Juegos Olímpicos serán en Londres, una ciudad donde los 'homeless' son muchos más que en Madrid.

No creo que en ese apartado el CIO nos de mala nota, porque tira más el jamón serrano y los hoteles de lujo que un mal ambiente en el suburbano.