En plena calle Gran Vía, una de las más transitadas de toda la ciudad, y que apenas roza el siglo de antiguedad, encontramos al que dice ser el mejor limpiabotas de Europa, o al menos eso reza en el cartel pegado a la butaca de sus clientes.
Con 3,50 euros solicitados por servicio tiene que dedicar diez horas de trabajo para ganar un jornal de 30 ó 40 euros. En los cuatro años que lleva realizando este oficio a la intemperie su mayor recompensa ha sido los 100 euros que le proporcionó el torero Palomo Linares tras limpiar sus zapatos. ¡Olé!
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